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Un equipo que no estuvo a la altura, decisiones equivocadas, y versiones sobre supuestas complicidades con las apuestas. De lo peor de la historia de nuestro club. |
Paso un año decididamente malo, de los peores en el plano deportivo, que durante su historia, tuvo Arsenal. Desde un inicio se hizo todo mal, desde la conformación de un cuerpo técnico con nula experiencia en la pelea por la permanencia, en la llegada de jugadores que no tenían la categoría suficiente para afrontar tamaño desafío, y en las idas y vueltas que hubo continuamente con un gerenciamiento que lejos de ser lo ideal, era lo único que podía posibilitar el funcionamiento del futbol profesional y del club en si mismo.
Todo se fue por el caño, ante la indolencia de la dirigencia que pareció estar disociada de la realidad, y sin ningún tipo de autocritica (sola durante la entrevista a Julio, en el cierre del programa histórico del Pelado Varas, el presidente sentó posición en algunos temas, pero se noto incomodo, y no termino con profundidad, a responder a preguntas puntuales), que siguió alejando al hincha y socio del club.
Con el descenso consumado, fue un sálvese quien pueda, con la llegada del Bombero Cafu (y no es que nos olvidamos del paupérrimo ciclo de Vilar, pero ni merece un ápice de nuestro tiempo enfocarnos en su campaña), quien se fue por la puerta de atrás, envuelto en una polémica que mejor, no rascar la olla.
Jugadores apuntados, la sombra de las apuestas ilegales dando vueltas por los rincones, decisiones totalmente desacertadas o que fueron cometidas por la propia impericia de personas, que evidentemente no están preparadas para conducir al club.
Y ya pasado el huracán, vemos que transcurren las semanas, y no se toman decisiones de fondo. Se acercan algunos contratos a su final, y tampoco tenemos un técnico, como replicando lo sucedido a finales del 2022, que desemboco en el desastre del 2023.
Habrá de notar el hincha y el socio, que la historia lejos de comprenderla, se vuelve a repetir. Pareciera que Arsenal esta aletargado, sumido en un profundo sueño, como si solamente Julio Ricardo Grondona es capaz de tomar decisiones y enderezar el barco. Porque dicho por el mismo, las personas a las cuales delego este año, no hicieron nada correcto, o se equivocaron demasiado, y hasta hablo de traidores (vaya a saber quienes son) y falta de gestión.
Se termina el 2023, de los peores de la historia del club, en lo que respecta al futbol profesional, ya que el resto de las actividades (las cuales son amateurs) rindieron de manera superlativa, dentro de un contexto de crisis económica cíclica.
Solo esperamos que se tomen decisiones profundas y con conciencia, porque lo que viene, es peor de lo vivido.
Joaquín del Arse.