Todos los abrazos, todos. Ya es gol de Arsenal. El clásico está ganado. |
Por Joaquín del Arse
Los clásicos son esos partidos especiales, que no tienen porque tener una logica. Y anoche, en el estadio centenario, se volvió a dar esa ley. Arsenal, jugando su peor partido en el torneo, casi sobre la hora hizo el gol y se llevó todo desde Quilmes.
Y la sacamos barata, aunque a esta altura lo que menos importa (para el hincha) es como lo jugamos, sino que lo ganamos. Pero los quilmeños tendrían que haber sido el ganador (si realmente se considerara la actuación global y no los goles marcados), porque mostró desde el principio unas terribles ganas de ir para adelante, y nos atropelló por todos lados, nos ganó el mediocampo, nos hizo retroceder peligrosamente contra el arco de Campestrini y nos cascoteó el rancho, una y otra vez, con un tiro en el travesaño, tres remates de gol, que se conjuraron vaya a saber porque, con un mano a mano increible, que Raymonda la tiro alta, y así, una y otra vez, fue Quilmes el dueño de la situación, ante un Arsenal muy estatico, casi ilegible en su manera de jugar, y desde el borde del campo de juego, viendo a un Alfaro nervioso y a los gritos, para tratar de ordenar lo imposible.
Pero el fútbol tiene esas cosas raras. Arsenal no hizo pie nunca, con Ortiz demasiado frio en el medio, con Leguizamón muy solo arriba, con el peor Choy González del campeonato, pero ojo, no es una critica destructiva, solo transcribo lo que se vio en el campo de juego. A Arsenal le faltó volumen y decisión. Y ante rivales de mayor jerarquía es fatal.
Pero las cosas son así, el partido se moría, Quilmes no podía, Arsenal no quería, y vino un tiro de esquina, de esos perdidos, mientras mirabamos de reojo el cronometro, y entre tantas cabezas, una agarró el centro y la metió adentro. ¡Gracias Aguilar!…. mientras en la tribuna del Arse las caras trastocaron de preocupación a delirio, se estaba ganando el clásico. En la vereda de enfrente, todo era insulto y bronca, se estaba perdiendo el clásico no reconocido por los de Quilmes, pero que les jode tanto perder… entonces, Quilmes ¿Si te duele perder con nosotros, reconoce que esto es un clásico hijo mio?…
Y la sacamos barata, aunque a esta altura lo que menos importa (para el hincha) es como lo jugamos, sino que lo ganamos. Pero los quilmeños tendrían que haber sido el ganador (si realmente se considerara la actuación global y no los goles marcados), porque mostró desde el principio unas terribles ganas de ir para adelante, y nos atropelló por todos lados, nos ganó el mediocampo, nos hizo retroceder peligrosamente contra el arco de Campestrini y nos cascoteó el rancho, una y otra vez, con un tiro en el travesaño, tres remates de gol, que se conjuraron vaya a saber porque, con un mano a mano increible, que Raymonda la tiro alta, y así, una y otra vez, fue Quilmes el dueño de la situación, ante un Arsenal muy estatico, casi ilegible en su manera de jugar, y desde el borde del campo de juego, viendo a un Alfaro nervioso y a los gritos, para tratar de ordenar lo imposible.
Pero el fútbol tiene esas cosas raras. Arsenal no hizo pie nunca, con Ortiz demasiado frio en el medio, con Leguizamón muy solo arriba, con el peor Choy González del campeonato, pero ojo, no es una critica destructiva, solo transcribo lo que se vio en el campo de juego. A Arsenal le faltó volumen y decisión. Y ante rivales de mayor jerarquía es fatal.
Pero las cosas son así, el partido se moría, Quilmes no podía, Arsenal no quería, y vino un tiro de esquina, de esos perdidos, mientras mirabamos de reojo el cronometro, y entre tantas cabezas, una agarró el centro y la metió adentro. ¡Gracias Aguilar!…. mientras en la tribuna del Arse las caras trastocaron de preocupación a delirio, se estaba ganando el clásico. En la vereda de enfrente, todo era insulto y bronca, se estaba perdiendo el clásico no reconocido por los de Quilmes, pero que les jode tanto perder… entonces, Quilmes ¿Si te duele perder con nosotros, reconoce que esto es un clásico hijo mio?…
Más allá de las chicanas, Arsenal se trajo un triunfo de la galera, no lo merecía bajo ningún punto de vista, pero ganó el partido…… porque viste…. los clásicos no tienen logica, y anoche ella estuvo ausente en el estadio centenario.
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