Por Joaquín del Arse.
Fotos: Nair Afc, Ezequiel Motylski y Telám.
Duele el resultado, duele la racha adversa, duele la indolencia que se ve en el campo de juego, duele también escuchar algunos insultos de "hinchas", duele este presente de Arsenal....
Hoy, ante River Plate (un equipo que no tiene demasiada categoria como para pelear el campeonato), el conjunto del viaducto tuvo su producción más baja en lo que va de todo el año 2012. Inconexo, sin ideas, con poco fútbol, poca garra, y hasta por ahí me animo a decir, a alguno de los que hoy estuvieron dentro del campo, les faltó un poco más de compromiso. Se noto que les quedó grande la camiseta a un par....
Con casi nada, solo aprovechando el momento y las chances, los visitantes se llevaron un merecido triunfo, aunque para mi gusto, demasiado abultado en el marcador. Y no por sus virtudes, sino por los groseros errores que tuvo Arsenal, en todas sus líneas. Con decirles que no se pateó al arco de manera franca en ¡todo el partido!, y así es muy difícil ganar. Tampoco hubo proyección por los laterales, y si hablamos, no tuvimos delantera. Un desastre total.
River fue amo y señor del balón, lo trasladó como quiso y tuvo la sapiencia de aprovechar los huecos que dejaba el arse, en cada contragolpe. El mediocampo casi que no existió para nuestro equipo, al cuál se lo vió desarticulado por completo, con arrestos solitarios, improductivos, porque al fútbol se juega en equipo, en conjunto, y cuando se pierde esa visión, las cosas no salen como deben salir.
De movida, Arsenal buscó con Carbonero, quién metió un zapatazo cruzado, que salió a dos metros del poste defendido por Barovero. Pero después de eso, no se hizo más nada, solo un intrascendente fulbito, que River aprovechó e hizo sonar la alarma en el arco de Campestrini, con un cabezazo al travesaño de Mora. Ponzio tomó la lanza y fue quién articulo el juego del visitante, y quién abrió la cuenta con un soberbio disparo desde fuera del area, tras un groserisimo error de Espinoza.
En el complemento, pensabamos que Arsenal saldría a buscar el empate con todas sus armas, pero la tibieza se acentuó, mientras River ganaba en volumen de juego. Bragheri salvó sobre la línea un disparo de Mora, quien hasta ese momento era el más peligroso del visitante.
Affranchino, quien habia ingresado por Sánchez, le dió un pase milimetrico a Luna, quién definió con categoría ante un Campestrini desprotegido por su defensa. El dos a cero sellaba las cosas.
La infantil expulsión de Carbonero, le simplificó las cosas a River, quién aprovechó al máximo la poca marca de Arsenal, y con dos goles de Rogelio Funes Mori, redondeo una goleada inesperada para propios y extraños.
Tendrá que reorganizar todo Alfaro, mover la estanteria. Hoy se vió rotundamente en el campo de juego, a un Arsenal sin alma, sin ganas, sin la clase que lo llevó a lo más alto del fútbol argentino. Se vienen compromisos exigentes, y no hay tiempo que perder. Aunque también se debe ser conciente, que las incorporaciones no son del nivel necesario para dar un vuelco rotundo a la situación.
LA SINTESIS
Arsenal: Cristian Campestrini; Hugo Nervo, Lisandro López, Diego Braghieri y Damián Pérez; Carlos Carbonero, Iván Marcone, Gonzalo Espinoza y Nicolás Aguirre; Pablo Lugüercio y Darío Benedetto. DT: Gustavo Alfaro.
River: Marcelo Barovero; Leandro González Pírez, Germán Pezzella, Jonathan Bottinelli y Ramiro Funes Mori; Carlos Sánchez, Ezequiel Cirigliano, Leonardo Ponzio y Martín Aguirre; Rodrigo Mora y Carlos Luna. DT: Matías Almeyda.
Gol en el primer tiempo: 40m Leonardo Ponzio (R).
Goles en el segundo tiempo: 24m Carlos Luna (R) y 36m y 45m Rogelio Funes Mori (R).
Cambios: en el inicio del segundo tiempo, Diego Torres por Espinoza (A), Facundo Affranchino por Sánchez (R), 19min. Manuel Lanzini por Cirigliano (R), 25min. Milton Céliz por Benedetto (A) y Julián Cardozo por Aguirre, 29min. Rogelio Funes Mori por Luna (R).
Amonestados: Torres, Céliz, Pérez (A); Aguirre, Sánchez, Affranchino, Ramiro Funes Mori (R)
Incidencias: ST 30m expulsado Carbonero (A).
Arbitro: Néstor Pitana.
Estadio: Julio Humberto Grondona.
