Entramos en Diciembre. Hace dos meses que descendimos, después de una campaña que, a pesar del repunte final, no alcanzo para retroceder a la tercera división nacional.
Se fueron los jugadores, se fue el técnico, se fue Bragarnick, se fueron los que no acertaron con su "supervisión y aporte", y Arsenal se quedo solo, recalculando, mascullando bronca.
Arsenal esta frente a un territorio donde debe reorganizar su organización, desde la administración de los escasos recursos, el pago de sueldos adeudados, ver como seguir achicando gastos, y además formar un plantel que detenga la caída, porque la B metropolitana es durísima, pero Arsenal por historia tiene que ser protagonista.
Estamos desilusionados, pero con la fe intacta. El club, a los ponchazos se va a poner de pie, va a salir adelante, como siempre lo hizo. Son otras épocas, donde la enemistad con la cúpula de la AFA nos jugo en contra en varias ocasiones. Es que el apellido Grondona "es mala palabra" para la mayoría, incluso para aquellos que durante la Era de Don Julio, sacaron sus pingues ganancias y ventajas corporativas.
Y esta patriada, donde nadie nos va a venir a dar una mano, necesitaremos de paciencia, calma y tesón. Somos los que somos, y seremos lo que queden de pie, aguantando el temporal, y apoyando, a pesar de no estar de acuerdo con muchas cosas. Pero si nos seguimos peleando, nada quedara en pie.
Ojo, tampoco que la critica será nula. Pero debemos mirar mas allá de todo, porque la supervivencia es lo primero, después viene lo deportivo, aunque este atado el devenir del futbol profesional con el del club.
La vida esta llena de ciclos, que se cierran por si mismo, como la mismísima Jormungand de la mitología nórdica. En ese fin mismo, en nuestro propio Ragnarok, luego viene el renacimiento. Les paso a varios clubes, que estuvieron en el borde del precipicio, y salieron fortalecidos. Puede ser que nosotros también lo logremos, pero depende de nosotros mismos hacerlo posible.
Se va el 2025, no es un año mas en la vida de Arsenal. Es el año donde estamos al borde del acantilado, mirando el vacío del precipicio.
Depende de todos, dejarnos caer, o volver a ser.
Depende de todos, dejarnos caer, o volver a ser.
Joaquín del Arse.

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