Por Joaquín del Arse.
Ya mucho se escribio sobre la historia de Arsenal, y se seguirá haciendo en cada aniversario... su fundación oficial, sus viejas andanzas por la liga de Avellaneda, los primeros idolos, y todo su progreso.... Arsenal nacido humildemente en el barrio de Sarandí forjo su historia con dificultades, pero nunca bajo los brazos, y apoyado en sus genuinos hinchas, se abrio camino desde el último escalón del futbol argentino, hasta codearse con los grandes de América.
Hoy día, el presente nos encuentra en una posición de privilegio, compitiendo de igual a igual contra los mejores, y con un futuro lleno de posibilidades, las cuales, dependerá de nosotros mismos poder aprovecharlas.
En su camiseta celeste con la banda roja, esta sintetizado el sentimiento que unió dos pasiones: Independiente y Racing Club, aunque a decir verdad, Arsenal siempre tuvo su propia identidad, su propia mitología, que lo despegó rapidamente de esos dos grandes de Avellaneda, y que hoy dia nos ven con cierto respeto, por no decir sana envidia, aunque nosotros no hayamos ganado la cantidad de titulos que nuestros vecinos, pero Arsenal tiene algo que el resto de los grandes no tiene: humildad, sacrificio y un grupo de personas que dejan en un segundo plano muchas cosas de su vida privada, para dedicarle al club su valioso tiempo, en busca del crecimiento diario.
Pero aunque el fútbol es la fuente principal del club, en los últimos años se dio el crecimiento de otras actividades que ya nos están dando frutos, y además la infraestructura del club sigue en aumento, con nuevos proyectos a la luz del día.
No es facil ser un equipo de primera división, no es facil armar toda una estructura profesional y menos tampoco tener otros deportes, de indole amateur, en un país con vaivenes indescifrables, pero el barco va, contra viento y marea...
Así anda nuestro querido Arsenal, peleandola todos los días, imaginando soluciones y propuestas para mantenerse en la elite, buscando en la sabiduria de su propia existencia, los valores inquebrantables que lo hicieron una institución en pleno crecimiento.
Por eso, FELIZ 54 años, y brindo por muchos más.
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