Campestrini redondeo uno de sus mejores partidos con la camiseta de Arsenal. |
Tremendo cabezazo de Higuain, que Campestrini conjuró con una cabriola, enviando la pelota al córner. (Foto: Diario El Litoral, de Santa Fé) |
Por Joaquín del Arse
Termino siendo un buen resultado el obtenido anoche en Santa Fé, pero si hay alguien que se merece el reconocimiento es Cristian Campestrini, quien con sus atajadas, hizo posible mantener el arco sin ser vencido, en el mejor momento de Colón. Le contabilice siete jugadas a favor, con dos cabezazos a quemarropa, ganandole siempre a Higuain en sus tiros, al bichi Fuertes, erigiendose como el responsable del cero en el arco propio.
Gradioso Campe, si hasta los jugadores rivales, fastidiosos ya, exclamaban al aire, a dios, vaya a saber a quien, por los tiros tapados por el uno del viaducto.
Lo mejor fue la doble tapada a Pedigrer e Higuain, cuando Colón se hacia sentir, en el primer tiempo. Trombetta desperdicio un cabezazo apenas comenzado el complemento, y otra vez, ahora por intermedio de Higuain, que se elevo solito en el area grande para conectar el balón con la cabeza y obligo a la mejor atajada de lo que va del torneo: una cabriola de Campestrini para mandar la pelota al corner. Luego Colón se fue desinflando, entró a desesperarse, Arsenal hacia tiempo, controlaba un poco más el juego y vinieron las expulsiones de Bastía y Fuertes y el gol que Cordoba se erro sobre la hora, que nos pudo haber dado el triunfo en Santa Fé.
Empate en el cementerio de los elefantes, el estadio mitico donde una tarde, el mismisimo Santos de Pelé cayó rendido, donde River y Boca se fueron envueltos en la derrota, donde un tal Campestrini tuvo su noche de gloria...
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