La hinchada de Arsenal responde la agresión de los barras de Independiente, que desde la calle lateral tiro piedras. |
El accionar policial dejo mucho que desear. Un integrante de la hinchada de Arsenal muestra los impactos de las balas de goma. En vez de apaciguar los animos, la bonaerense reprimio salvajemente. |
Imagen del segundo tiempo. Arsenal replegado e Independiente tratando de quemar las naves. Importantisimo triunfo del equipo dirigido por Alfaro. |
Por Joaquín del Arse
Partido caliente resulto el clasico en Sarandí. Caliente en el campo de juego, donde Arsenal en el primer tiempo justifico la diferencia, en el marcador, por su oportunismo y su juego de pelota parada. Caliente en las tribunas, tras la cobarde agresión de los barras de Independiente, que desde fuera del estadio, a piedrazo limpio, incitaron la reaccion de la barra de Arsenal y luego el lamentable accionar policial, que en vez de calmar las aguas, solo se dedico a reprimir al publico local, con balas de goma, en un lugar donde habia gente pacifica, con niños y ancianos. De esta manera siguen matando al futbol y alejando a la gente de las canchas argentinas.
Lamentablemente, no podré hacer el comentario habitual, debido a que por los incidentes, no pude tener la serenidad y la ecuanimidad para analizar el partido, por lo tanto, a continuación la apreciacion de diversos medios:
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En el primer tiempo, el dueño de casa fue efectivo y prácticamente definió el partido ya que aprovechó los errores defensivos de la visita, y si no fuera por la mala puntería de sus delanteros podría haber aumentado el marcador.
Arsenal utilizó su mejor libreto, esperó los avances de Independiente y a través de la pelota parada (dos de los goles llegaron por esa vía) y de los contraataques, se llevó el partido.
En el segundo tiempo, Independiente intentó una reacción que se vio reflejada con el descuento de Parra, y hasta pudo ponerse 2-3 tras una jugada clara de Farías, pero a medida que pasaron los minutos y con la expulsión de Velázquez a cuestas, se diluyó esa ilusión.
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Muy rápido definió la historia Arsenal ante Independiente. El visitante mostró su peor cara, como en aquellas cuatro derrotas seguidas del arranque del torneo y lo pagó caro. Desde arriba, lo bajó. Combo de goles con la testa para que el primer tiempo termine 3-0.
Burdisso, a los ocho, abrió la cuenta. Fue su undécimo tanto en Primera, con la particularidad de que todos fueron con la cabeza. Un ratito después, hubo una jugada en la que Lisandro López agarró a Farías en el área, pero Juan Pablo Pompei no vio la falta. El penal podría haber cambiado la historia. Y al descanso la diferencia era de tres porque Milito cabeceó contra su valla un centro de Leguizamón y después Zelaya, con la saviola, estiró. Le hundió la cabeza. Y pudieron ser más por un tiro al travesaño de Legui y otro mano a mano que el mismo delantero malogró.
El segundo tiempo fue otra historia. Arse reguló e Independiente se animó a ir por la heroica. Llegó el descuento de Parra y parecía que se animaba nomás. Pero Julián Velázquez, que había dicho que era una final que había que ganar para asomarse a la cima, vio la segunda amrilla y se fue antes a las duchas. A pesar de eso el Rojo intentó unos minutos más, hasta que se dio cuenta que ya estaba sellada la cuestión.
Era una final porque el que ganaba se prendía, y los de Cristian Díaz dejaron pasar el tren. Los de Alfaro, en cambio, lograron ganar con claridad y se pusieron a dos de Boca, con un juego más disputado.
Público Cancha Llena
Está caldeado el ambiente en Avellaneda. Tras días convulsionados, luego de que la barra de Independiente entrara al despacho del presidente, Javier Cantero, para amenazarlo y pedirle entradas, lugar para guardar las banderas y la renuncia de un dirigente, los violentos, que no pudieron entrar al partido ante Arsenal, porque sobre ellos pesaba el derecho de admisión, dieron su respuesta y, apenas empezó el segundo tiempo en Sarandí, barras empezaron a arrojar piedras desde afuera de la cancha, que impactaron de lleno en las dos populares. El partido estuvo interrumpido casi 10 minutos.
La barra de los Rojos, encabezada por Pablo Bebote Alvarez, le declaró la guerra a Cantero, quien desde que asumió como presidente de Independiente en diciembre último cortó ciertos beneficios con los que contaba la barra. Rubén Vázquez, vicepresidente del club, acusó que los barras eran el brazo armado de la gestión anterior, la de Julio Comparada.
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