EL CAPO DEL BARRIO ES ARSENAL

El tercer gol de Arsenal, tras remate de Julio Furch (segunda conversión en el campeonato), la pelota ingresa al arco.

Echevarria abre el marcador y lo festejo con la boca llena de gol. Desde un comienzo, Arsenal marcó la diferencia ante un apático Racing Club.

Por Joaquín del Arse.

Hace tan solo una semana atrás, todo era decepción en el viaducto. La goleada sufrida ante Vélez, hizo mella en el plantel, más allá de los merecimientos que habían realizado los jugadores, para no irse perdiendo el partido. Y frente a Olimpo, en un partido áspero y difícil, la mano comenzó a cambiar. Anoche, ante un Racing Club desconocido (¿donde quedo el candidato?), desde el primer minuto, Arsenal fue el protagonista del juego, y obtuvo la merecida diferencia en un primer tiempo vibrante, de esos que hace mucho no se ven en las canchas del fútbol local. Pero la ráfaga de goles (un lapso de diez minutos) le puso pimienta al partido y también estableció la real diferencia entre un equipo en alza (Arsenal) y uno en total declive (Racing).
Había avisado Hauche, a los cuatro minutos con un remate controlado por Alejandro Limia (que volvió al arco del viaducto, tras la suspensión de una fecha, por cinco amarillas de Campestrini), pero fue lo mas relevante que hizo Racing, porque Arsenal se adelanto y marco de la mano de Echevarria, el primer tanto. No hubo respiro, rápidamente empato la academia, con un infantil penal provocado por Gonzalez Pires, quien se llevo la pelota con el antebrazo derecho. Saja convirtió y en solo tres minutos, dos goles. Cuando parecía que las cosas quedarían pardas, un nuevo ataque de Arsenal, de la mano de una jugada colectiva: Nervo se la pasa a Furch, quien la peina y de arremetida se arrojo Carrera al piso, casi en palomita, para mandarla adentro. En esa jugada, choca su cabeza con la rodilla de Saja, quien salió con todo el cuerpo, a tapar el angulo, sin querer lastimar a su adversario. Más allá de susto, este rápido gol, desmoralizo al rival y en cambio agrando al Arse.
De Paul, pudo haber igualado, pero su remate salió desviado, y ahí no perdonó el equipo de Alfaro, que aprovecho otro error defensivo de la academia, y Furch capitalizo la jugada, marcando el tercero. Pudo haberse ido con un cuarto gol a favor, pero Zelaya marró el penal, casi sobre el final del primer tiempo, estrellando su remate en el travesaño.
En el complemento, Arsenal hizo su juego, durmió el partido, Racing se desespero, y en vano trato de quebrar el cerrojo defensivo del local. Y así, el partido entro en una descendente, que dio por finalizado cualquier intento de hazaña por parte de Racing o de una intensa goleada por parte de Arsenal.

Con vistas a la copa, y el enfrentamiento ante Anzoategui, estos dos partidos ganados en hilera, nos da la tranquilidad de saber que el equipo esta mas vivo que nunca.