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jueves, 4 de abril de 2013

BATALLAS DE LA COPA LIBERTADORES

Argentinos vs. Fluminense en 2011, piñas de todos los colores.

Asi es Boca, de 1971: la gresca generalizada entre los xeneixes y los peruanos.

1991, semifinal en Santiago de Chile. Navarro Montoya mordido por un perro. Boca afuera. Luego Colo Colo fue campeón.

Que raro: final de 2011, y un equipo de Brasil metido en un lio mayusculo. Peñarol no se banco las cargadas y se armó la hecatombe.
Por Joaquín del Arse.

La Copa Libertadores, a lo largo de su historia, tuvo pasajes muy calientes, y entre los partidos donde hubo "acción", el más recordado fue el que jugaron Boca Juniors y Sporting Cristal de Perú, en 1971, en la Bombonera, donde una gresca generalizada concluyó con la intervención de la fuerza policial y con 19 jugadores expulsados. De más está decir que la historia se volvió a repetir, siendo sistematica en esa epoca, era "jugar la copa es para los guapos", y en cada fecha, algun encontronazo habia...
Asi, en 2010, los jugadores de Lanús se dieron de lo lindo con los de la U de Lima, o también, en la final de la copa 2011, el Santos (Brasil) vs. Peñarol, en una batalla campal tras la finalización del partido y la coronación de los paulistas.
En 2011, cerrando la fase de grupos, tambien hubo piñas entre el Fluminense y Argentinos Juniors, como no recordar la batalla de Santiago de Chile, donde Navarro Montoya fue mordido por un perro de los carabineros, y en un partido escandaloso, Colo Colo eliminaba a Boca Juniors (1991).
Por la Copa Conmebol, fue memorable la final de 1997, en la cancha de Lanús, y un conocido nuestro: el Atlético Mineiro (campeón). Sus jugadores comenzaron a burlarse de los del grana, y saltó Ruggeri y se pudrio totalmente todo, entre piñas e intervención de la policia, un desastre total.
Estudiantes, tricampeón de la Copa, supo terminar una clasificación a las piñas contra Nacional de Montevideo o el mismisimo River Plate, al que se le acusa de cierto malestar antartico en su pecho, tambien termino boxeando en Guayaquil ante el Barcelona, tras una definicion por penales insolita.

Asi es, la Copa Libertadores tiene sus anecdotas, de las buenas y de las malas, pero como si la historia reclamara desde sus antipodas, la violencia vuelve nuevamente y sale a flote aquella frase "jugar la copa es para los guapos."

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